La historia empieza así. Belén y Yoli se compran un sexto piso muy coqueto en el centro de la ciudad 60 metros con mucha luz y unas vistas bonitas, está bastante nuevo así que no se plantean nada más. Pero pasan dos años y descubren que sienten en espacio muy compartimentado y poco conectado ellas. Y me llaman.
Iniciamos nuestro proceso habitual, visita al espacio, les planteamos nuestro “Test del Nido Perfecto”, de ahí extraemos su perfil común, sus necesidades espaciales, de organización, sus horarios de uso de cada zona de la casa, su imaginario artístico, sus sueños, su futuro proyectado…en concreto nos fusionamos un poquito con ellas para entenderlas. Es temporal porque después tendré que irme, aunque siempre quedará una algo bonito, el haber conseguido crear un hogar en el que se sienten ellas y felices.
El apartamento de 60 metros dispone de salón, cocina, dos habitación y dos baños, muy completo y algo comprimido, sobre todo el salón. Se barajan varias opciones, disolver la ruptura entre dormitorio principal a través de algún tipo de cristalera, una división mas flexible y ligera. Por el ajustado presupuesto evitábamos mover instalaciones. Finalmente nos decidimos por demoler el tabique divisor entre cocina y salón ampliándolo y moviendo la cocina de lugar justo a la entrada de la casa.
Fruto de los resultados del TEST del Nido perfecto, concluimos que ambas sienten una fuerte atracción por las escenografías de Wes Anderson, lo que nos ayudó en el estudio a plantear un concepto color block en rosa y verde y jugar con estos colores creando mucha homegeneidad en una arquitectura que en sí misma no tiene ningún rasgo distintivo.
Para dar una mayor sensación de amplitud espacial decidimos pintar los techos del mismo color que las paredes evitando cortes visuales. Asi mismo se opto por un suelo continuo pintado en un color que da mucha claridad y amplitud a todo el espacio.
Se intervino por tanto en todas las estancias, salón, cocina, y 2 dormitorios y sutilmente con algunos pequeños cambios en los cuartos de baño.
Los cuartos de baño estaban en muy buen estado pero no correspondían a la expectativas de calidez y estilo de sus dueñas, pero decidimos hacer una inversión mínima pues estaba todo impecable por lo que salvamos duchas y mamaparas e inodoros y lavabos. Cambiamos el revestimiento del suelo dándole continuidad en la pared con un porcelánico apariencia terrazo. En rosa en un baño y en verde en el otro. Se cambiaron a su vez los grifos cromados por otros de color verde. El resto se mantuvo en su estado original.
En cuanto al amueblamiento estudiamos algunas piezas que tenían con antelación y querían conservar por sentirse identificadas con ellas como son la silla Fanett y Mart Stam compradas en nuestro stock y la silla BKF tapizada en pelo.
El resto de piezas de mobiliario como el sofá, la mesa de comedor, las sillas de comedor, lámparas, mobiliario almacenaje y multimedia han sido seleccionadas especialmente para ellas siempre con su participación activa en el proceso.
El mobiliario de la cocina ha sido reutilizado, se utilizaron los antiguos módulos y se adaptaron a las dimensiones de la nueva ubicación , se le hicieron puertas nuevas y lacaron según la carta de color creada para todo el concepto. Este proceso de adaptación de la antigua cocina lo ha realizado Pedro, carpintero local.
Nos trasladan Belén y Yolanda que se sienten plenamente en su casa, nuestra satisfacción es plena.
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