Vivir es urgente y para Juan aún más. Juan vive y siente intensamente y seguramente a consecuencia de ello su corazón se rompió dos veces. Cuando vino a nosotros necesitaba un hogar donde encontrarse y encontrar armonía y paz.
“No tengo prácticamente nada de mi vida anterior”. Juan quería empezar de nuevo con menos peso en su mochila. Pronto descubrí que era un gentleman amante de la calidad, la belleza y lo clásico. Su lugares soñados para vivir Nueva york o Paris.
Juan nos encomienda una tarea, convertir un pequeño apartamento de 45 metros en su refugio, un hogar con aires internacionales, elegante pero muy acogedor. Solo necesita un dormitorio, siempre come fuera de casa por lo que la cocina es una anécdota en el espacio.
Encontramos un espacio con posibilidades muy bien escogido por el cliente para su estilo de vida actual, en el corazón de la ciudad, donde poder estar en conexión con la vida social urbana. Como el nos comenta la cocina tendrá muy poco uso, no suele cocinar , ni tener invitados por lo que después de nuestras conversaciones propusimos una cocina que compositivamente fuese un bloque de color oscuro que la invisibilizara al mismo tiempo que se convierte en un recurso de color potente para el resto del salón.
La vivienda original tenia un distribución al uso, nuestra propuesta fue separar la zona de dia de la zona de noche a través de una sola puerta corredera en espejo con efecto oxidado. Con este elemento separamos entrada, cocina y salón de dormitorio y baño.
Aunque ha sido una reforma integral, nuestro cliente no quería hacer tabla rasa y hemos conservado aquellos algunos elementos que tienen la calidad y las características necesarias para ser integradas en la propuesta, como ya hemos manifestado en otras ocasiones, nos gusta enlazar el presente y el pasado, en este caso hemos apostado por conservar el mármol del suelo y las carpinterías de los armarios empotrados. Que han sido lacadas en un NCS color arena oscuro con esmalte acrílico extra mate efecto seda.
Asi mismo la cocina ha sido íntegramente diseñada y fabricada por nosotros con carpintero local y lacada en un azul oscuro casi negro. La encimera es de granito negro seda.
Al ser un apartamento pequeño para una sola persona eliminamos las puertas de toda la casa dejando solamente en panel de espejo corredero que separa la zona de dia de la zona de noche. Sin embargo también comunicamos ligeramente el salón con el dormitorio con la intención de poder jugar con la trasmisión de la luz entre espacios, la vidriera está fabricada con cristal gótico artesanal, deja pasar la luz pero proporciona intimidad.
El espacio cuenta con una chimenea decorativa, que decidimos conservar para usarla a modo de hornacina para libros, flores secas o velas. El mobiliario del salón es ecléctico ,combina piezas antiguas recuperadas como la mesa de un antiguo bar en hierro fundido, los sillones tapizados de La Redoute, la silla noruega de los años 50, el sofá de Ikea y el mobiliario gemelo a medida con puertas ranuradas, fabricadas con control numérico en taller de carpintería.
En el dormitorio Juan ha querido poner un toque Isabella Bo con una mesita francesa que hemos pintado en color rojo exclusivamente para él.
El baño es un espacio práctico, masculino, sobrio y con un matiz wabisabi. Revestido en porcelánico color gris con una textura muy sutil y con algunas de las paredes en yeso natural barnizadas con latex. El lavabo está tallado en piedra.
Sabemos que Juan ha encontrado mucha paz en su casa y nosotros con este post podemos despedirnos muy contentas tras haber dado lo mejor de nosotras. Le deseamos lo mejor en su nuevo comienzo.
